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Regocijo y orgullo nacional: Los pioneros y la proeza de 800 miembros en GL

Virgil, Marchal, Mota y Javier conversan con Listín Diario sobre la trascendencia del país de contar con 800 miembros en grandes ligas

Ellos delinearon los prime­ros trazos del destino que seguiría la naciente ca­mada de dominicanos en Grandes Ligas, cuyas ex­pectativas tenían más es­collos que futuro exitoso, pero que el transcurrir del tiempo muestra una cali­dad y consistencia incues­tionables, que hoy día co­locan al país en un lugar preferencial en el béisbol.

Para 1956, era una épo­ca en que apenas habían 16 franquicias, pero más que todo una difícil e im­perante barrera racial que aplastaba a los jugadores negros, quienes a fuerza de voluntad tenían que sub­sistir, amén que debían de­mostrar calidad en un ne­gocio en que solo por su condición de piel eran tra­tados y observados de for­ma diferente.

Pero a base de talento, coraje y persistencia, el bautismo de Osvaldo Vir­gil, el 23 de septiembre de ese 1956, tras su firma con los Gigantes de Nue­va York y que luego con­tinuó un grupo integra­do por Felipe Alou, Ruddy Hernández, Juan Mari­chal, Julián Javier, Manuel Mota, Mateo y Jesús Alou, Ricardo Carty entre otros, abrieron puertas que en ese momento nadie imagi­naría que se convertiría en una maquinaria tan pro­ductiva como lo ha repre­sentado por décadas.

El pasado fin de sema­na, con el debut de Lewin Díaz con los Marlins se es­cribió otra historia dora­da para la representación de quisqueyanos en el más exigente béisbol, tras con­vertirse en el jugador 800 que pisa un diamante de Grandes Ligas, un hecho que trasciende.

A pesar de que Mel Al­mada, de México (1933), Alejandro Carrasquel, de Venezuela (1939) e Hi­ram Bithorn, de Puerto Ri­co (1942) irrumpieron en las Mayores muchos años antes que Virgil, la Repú­

 blica Dominicana supera ampliamente a las tres na­ciones naciones en cuanto a la presencia histórica de jugadores en la gran carpa. Los venezolanos cuentan con 416, los de Borinquen 269, en tanto la cifra de los mexicanos ahora con el re­ciente debut de Jesús Cruz es de 134.

Consideraciones de algunos pioneros

Conociendo de la gran trascendencia de este hecho consultó a cua­tro de esos pioneros, Virgil, Marichal, Mota y Javier pa­ra conocer sus pareceres so­bre el gran impacto que es­to representa para el país en el renglón béisbol y claro, en lo económico, lo social, pues fruto del desarrollo de este amplio grupo miles de mi­llones de dólares ingresan al país y la mayoría de los pe­loteros realizan todo tipo de contribuciones en sus res­pectivas comunidades.

Las academias de béisbol no solo desarrollan pelote­ros, además crean decenas de fuentes de trabajos, los mismos jugadores tienen negocios, muchos para citar el ejemplo de Nelson Cruz son especie de caciques en sus demarcaciones. “Aun­que colocamos a Dominica­na en el mapa del béisbol de Estados Unidos, pero estos muchachos que nos dieron continuidad tienen un gran crédito, pues con disciplina y consistencia han mante­nido y hasta superado estos registros”, expresó Virgil, el premier de todos y quien a sus 88 años exhibe voz fuer­te y aún se mantiene en los escenarios del pasatiempo.

Y el famoso “orégano” se refiere a que el país ha alcan­zado todos los méritos en el béisbol, en el terreno de jue­go como fuera del mismo. “Mira para mí en lo personal es más que un orgullo aún te­ner vida para observar todo lo que ocurre con nuestros muchachos en el béisbol, con esa cantera y talentos que al parecer no se detendrá nun­ca”, señala el octogenario exjugador, hoy un consejero para los jóvenes jugadores que pertenecen a los Mets de Nueva York.

Durante una carrera de 10 campañas con seis con­juntos , Virgil bateó para .231, expresa que a pesar de la existencia en el país de las 30 franquicias de Grandes Ligas con academias de béis­bol, la nación dominicana debería tener varios comple­jos para que los escuchas ob­serven a los jóvenes que no tienen cabida en las instala­ciones de los equipos.

Marichal erizado de esa cifra Marichal, cuyo debut el 19 de julio de 1960 deslum­bró a todos, tras lanzar par­tido de un hit ante los Filis, en el momento de la llama­da el rotativo externó, “dis­frutando la cifra redonda a la que acabamos de llegar para luego suspirar y exter­nar. “Quien iba a creer que llegaríamos a unos núme­ros tan elevados”, sostuvo el primer miembro de Co­operstown del país. Para a seguidas agregar “eso solo se consigue con talento, ca­pacidad y consistencia y es lo que han hecho estos mu­chachos en todos estos años que han pasado y hasta se me erizan los pelos del solo pensar en el brillante mate­rial conqué contamos”, dijo.

 Mota y Javier fueron 2 grandes

Orgullo y satisfacción.

Asimismo, a Mota esto le representa una mez­cla de satisfacción, ale­gría y orgullo, honor y gran privilegio de esta marca que recién acaba de alcanzar Dominica­na, hecho que se traduce en el gran talento y de­sarrollo que exhibe.

Julián Javier.

Javier, otro de los grandes ejemplos de la primera co­secha, señala como una gran bendición el hecho de alcanzar una cifra tan significativa, la que con­sideró como un gran pre­mio a los esfuerzos que se han realizado a través de todas estas décadas.

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