Opinión

¿Vamos a dejar morir a Pueblo Viejo?

Es la inversión extranjera más grande que ha tenido lugar en nuestra geografía. La inversión inicial realizada más los gastos de capital ejecutados durante el período 2013-2019 ascienden a US$5,305 millones, equivalente al 20% de toda la inversión extranjera que ha recibido República Dominicana en los últimos diez años. Ha sido la responsable de sostener y levantar las exportaciones nacionales desde el 2013. Los US$1,725 millones de exportaciones que se proyectan para el 2020, representarían casi el 37% de las exportaciones nacionales. Desde el 2013 se apropió de la primera posición en el ranking de los principales contribuyentes de impuestos a la nación. Para este año, teniendo en cuenta que a julio había pagado US$284 millones de impuestos directos e indirectos, que la producción anual oscilará entre 883,000 y 967,000 onzas, inferior a las 983,000 del 2019, y que el precio en el segundo semestre de este año podría promediar los US$2,000 la onza, su contribución fiscal total podría alcanzar los US$430 millones, es decir, el 4.8% del total de los ingresos tributarios del Gobierno y el 26.1% de las exportaciones realizadas por la empresa. No sólo el Estado se ha beneficiado de esta inversión pagadora de impuestos. La empresa ha comprado al sector privado, bienes y servicios en el mercado local por un valor total de US$2,070 millones durante el período 2013-2019. Eso explica el porqué, a pesar de generar 2,054 empleos directos, su demanda interna de bienes y servicios genera indirectamente otros 18,700.

Gracias a la renegociación del contrato que se firmó el 5 de septiembre del 2013, el beneficio generado por esta trascendental inversión extranjera durante el período 2013-2019, se ha distribuido de la siguiente manera: US$1,830 millones, equivalente al 52% del total, para el Estado dominicano y US$1,690 millones, equivalente al 48%, para los accionistas de la empresa.

Nos referimos a Pueblo Viejo Dominicana Corporation (PVDC), una empresa minera de capital extranjero que tiene a Barrick Gold Corporation como principal accionista, con el 60% de las acciones, y a Newmont Goldcorp con el restante 40% que poseía Goldcorp, hasta que fue adquirida por Newmont en enero del 2019.

Hasta aquí las buenas noticias. Todo lo que la nación ha percibido a la fecha en forma de exportaciones, generación de divisas, pago de impuestos directos e indirectos, participación en el beneficio total y ventas locales de bienes y servicios, está en riesgo. Al igual que sucede con las demás minas de oro, la empresa comienza enfrentar la reducción de la producción derivada de la Ley del Mineral. En otras palabras, la reducción de la concentración de oro, plata y cobre presente en las rocas y el material mineralizado en la mina de Pueblo Viejo. La empresa estima que el minado del material de mayor concentración de oro terminará en el 2021, iniciándose a partir de ese momento y hasta el 2031, el minado de mineral de menor ley o concentración. La producción anual de Pueblo Viejo comienza a reducirse a partir del 2020, cuando se proyecta que terminará en 930,726 oz, 5.3% más baja que la del 2019. En el 2021 bajaría a 725,340 oz, en el 2022 a 662,373 oz, en el 2023 a 570,519 oz, estabilizándose entre 563,000 y 532,000 en los años 2024-2030, para colapsar a menos de 50,000 oz en el 2031.

¿Es posible evitar lo anterior? Sí. ¿Cómo se evitaría? Si el Ministerio de Energía y Minas aprueba el Proyecto de Sostenimiento de la Producción de Oro de la Mina de Pueblo Viejo, mejor conocido como Proyecto de Expansión, el cual fue sometido por PVDC en julio del 2019. Con una inversión adicional inicial de US$1,300 millones, extraordinariamente importante y oportuna en estos tiempos de depresión económica transitoria que vivimos, la empresa podría expandir la planta de procesos y la capacidad de relaves, lo que le permitiría producir 14 millones de onzas de oro adicionales, extendiendo la vida de la mina hasta el 2045. Si el Ministerio de Energía y Minas decidiese no aprobar este proyecto de sostenimiento de la producción de oro, el minado terminaría el próximo año y la producción concluiría en el 2031.
¿Qué implicaciones tendría la no aprobación de este proyecto? Reduciríamos el potencial de vida de la mina en 15 años, dejaríamos de recibir ingresos por inversión extranjera inicial y gastos de capital por US$3,000 millones, de producir cerca de 14 millones de onzas de oro, de exportar US$22,000 millones, de recibir US$18,000 millones de ingresos de divisas, de percibir impuestos por US$7,000 millones, y de realizar ventas locales de bienes y servicios a la empresa por US$9,000 millones en el período 2020-2045.

Sea durante la última semana del gobierno del presidente Medina o durante la primera del presidente Abinader, el Proyecto de Sostenimiento de la Producción de Oro de la Mina de Pueblo Viejo debe aprobarse. No entendemos el porqué, algo tan beneficioso para el país, a ser ejecutado por la empresa que mayor compromiso ha demostrado con una minería medioambientalmente responsable en la historia de la nación, lleva más de un año esperando por su aprobación.

Por: Andrés Dauhajre Hijo

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