Amy Coney Barrett es la jueza conservadora elegida por Trump para ocupar el puesto que dejó la fallecida Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de los EEUU.
En los EEU para ocupar un puesto en la Suprema Corte De Justicia de los EEUU el candidato o candidata debe ser interrogado fuertemente por el congreso de los EEUU, a través, del Comité Judicial del Senado para definir la nominación que hace el ejecutivo. Dicho interrogatorio dura hasta semanas. En caso dela nominada jueza Barret duro tres largos e incesantes días. En el caso dominicano para escoger una jueza para la Suprema Corte es similar, con la diferencia que las preguntas las formulan los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, no dura tantos días, apenas una o menos horas por candidato.
El interrogatorio a Barrett se desarrolló por tres días, con preguntas fuertes, personales, intimas y privadas.
El congresista Harris le preguntó a Barret si cree que el covid-19 es infeccioso, si fumar causa cáncer y si el cambio climático «está ocurriendo y está amenazando el aire que respiramos y el agua que bebemos».
El senador republicano John Kennedy generó una controvertida polémica cuando preguntó a la nominada quién hacía la colada su casa. Barret, que es madre de siete hijos, se rio y respondió: “Intentamos cada vez más que nuestros hijos se responsabilicen de lavar su ropa, pero este esfuerzo no siempre tiene éxito”. Algunos periodistas y críticos reaccionaron al intercambio, cuestionando si a un candidato masculino a la Corte Suprema se le habría hecho la misma pregunta.
En el caso de Mirian German, quien aspiraba a la reelección como jueza de la Suprema Corte, el interrogatorio realizado por uno de los consejeros, genero muchos cuestionamientos por parte de críticos que a su juicio no les agradaban las preguntas. Aludieron los críticos que las preguntas afectaba la intimidad y privacidad de la jueza German. La oleada de críticos, sin conocimiento de cómo se deben realizar las preguntas, asumió que dicho interrogatorio fue una ofensa nacional, un abuso de un hombre a una mujer, tildaron las preguntas de machistas y falto de respeto.
El interrogatorio a la jueza German realizado por el consejero Jean Alain en una primera pregunta le exigía responder si era cierto que mantenía una relación de amistad estrecha con el ingeniero Víctor Díaz Rúa, uno de los implicados en el caso de sobornos supuestamente pagados por la empresa brasileña Odebrecht para ser favorecida con contratos de obras del Estado dominicano; si era cierto que se reunía y lo visitaba “a escondidas”.
Otra pregunta consistió, de que si “era cierto que se reunía y enviaba documentos al abogado de otro imputado ene caso Odebrecht, Conrado Pittaluga, a una oficina ubicada en el sector Gascue, de la capital.”
El consejero Jean Alain, también pregunto a Mirian German que respondiera porque si había declarado que no participaría en la fase de instrucción ni en el conocimiento del caso Odebrecht, cuando llegara a la SCJ, asistió a la reunión del pleno en la que se conoció la apelación de las medidas de coerción dispuestas por el juez de la fase de instrucción, Francisco Ortega Polanco, en la que habría expuesto la debilidad de la acusación del Ministerio Público contra los imputados.
Hubo un momento de tensión, para los que no saben cuál es el rol de un consejero en hacer las preguntas, cuando Jean Alain le cuestiona a German por lo expuesto en una denuncia que había hecho un ciudadano contra la jueza German.
Esta pregunta genero una ligera intromisión de otros consejeros, los cuales reaccionaron incomodo por las preguntas que hacia su compañero consejero Jean Alain.
Otra pregunta que hizo Jean Alain, fue cuando le inquirió a la jueza German que aclarara porque una propiedad estaba a nombre de su hijo menor y los pagos de impuestos respeto a los bienes dejados por su ex marido.
También, se le pregunto a German sobre una denuncia que había realizado José Gregorio Bautista Vargas, juez del Segunda Sala de Trabajo de la Provincia Santo Domingo, quien según el documento, la jueza Germán Brito le invitó a su casa para preguntarle si era posible “hacer algo” en torno al expediente en que se involucra al empresario gallero Winston Risik, acusado de narcotráfico y quien cumple condenas en una cárcel de Monte Plata.
Como pueden observar, ambos interrogatorio tienen un paralelismo más o menos similar. Se realizan con preguntas normales, fuertes, intimas, privadas y hasta invasivas y no debe pasar nada.
En el caso dominicano, el interrogatorio, que deberá hacerse a un postulante, según el Reglamento No. 1-17, el cual rige Consejo Nacional de la Magistratura, puede ser personal, y abarcaran la integridad, temperamento, habilidad de comunicación, disciplina, honradez, compromiso ético, autocontrol, vocación de servicio público y sentido de justicia, según artículo 28. Lo que indica que las preguntas realizadas por el consejero Jean Alain no estaban al margen del reglamento ni fuera del contexto. Estuvieron bien, fueron ajustadas a las reglas. Estaban autorizadas. Los cuestionamientos dirigidos al consejero fueron injustos, arbitrarios e imprudentes.
En RD unas preguntas reglamentarias generaron un gran revuelo y en los EEUU preguntas más fuertes no. En EEUU es algo normal, perfecto y bueno para la democracia.
Se puede afirmar categóricamente que el consejero Jean Alain fue el único que sabía preguntar y que cumplió con lo establecido en el reglamento.
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