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La complicada vida del famoso Lamar Odom

Hizo trampa para representar a los Estados Unidos en unos Juegos Olímpicos

Lamar Odom fue ganador de dos títulos con los Lakers, tuvo una infancia difícil y las muertes tempranas de su madre, abuela, hijo y sobrino lo tuvieron nocaut.

Adicciones extremas, manía por el sexo, un fracasado casamiento con una famosa y el retiro lo llevaron a días de locura y sobredosis. Al final, un nuevo infortunio, la tragedia de Kobe, puso a su vida en perspectiva.

Cuando se menciona su nombre de se asocia el más reciente campeonato de la NBA, donde los Lakers de Los Ángeles se coronaron y en donde él, en su momento, formó parte de las figuras del conjunto.

Cuando se estudia su pasado se pone al manifiesto su grandeza, al ver como sobrevivió a un mundo de drogas, trampas, derrames celebrarles, sexo, infartos e infidelidades.

amar nació el 6 de noviembre de 1979 en el distrito neoyorquino de Queens y creció en un barrio difícil, picante, como el de South Jamaica. Su infancia no resultó sencilla, con un padre adicto a la heroína y una madre (Cathy Mercer) que fallecería, de cáncer de colon, cuando él tenía 12 años.

Fue criado por su abuela Mildred, pero 11 años después, también moriría, dejando claro que, lamentablemente, su vida estaría signada por las tragedias. Para cuando quedó prácticamente solo en la vida, Odom ya era una estrella nacional aunque, como sería una constante en su carrera, con conflictos y problemas fuera de la cancha.

El que fuera nombrado entre los 12 para los Juegos Olímpicos, lejos de disfrutar de la alegría, tuvo ansiedad y preocupación porque debía pasar un test de drogas antes de ser confirmado en el seleccionado, y él sabía que “no había manera de que lo pudiera superar”.

Con esa realidad, arrancó Odom una de las tantas confesiones que hizo en su biografía De la Oscuridad a la Luz. Fue entonces cuando el ala pivote, talentoso jugador que logró dos anillos de la NBA con los Lakers de Kobe Bryant (2009 y 2010) y resultó campeón mundial con su selección en Turquía 2010, empezó a pensar en una estrategia para pasar esos controles.

Narra cómo engañó a un oficial antidoping. “Se metió conmigo al baño y se quedó a medio metro mío, yo me bajé el cierre y deslice con cuidado un pene falso a través de la cremallera. Tuve que apretarlo varias veces, pero la orina (que me habían puesto libre de sustancias) salió y llenó el tarro”.

El oficial le tomó la temperatura para chequear que fuera mía y pasó. Así fue como superé el test y pude jugar en Atenas”, cuenta quien, en aquella temporada, con Miami Heat, había promediado 17 puntos, 9.7 rebotes y 4.1 asistencias.

Después de transitar por varias universidades, donde fue figura en varias acciones ilegales, es seleccionado en el cuarto lugar del draft por los Clippers de Los Ángeles, cuando tenía 19 años y en su primera temporada promedio 16.6 puntos, incluyendo 30 en su debut; 7.8 rebotes y 4.2 asistencias por lo que fue incluido en el quinteto de novatos de la temporada 1999-2000.

En noviembre del 2001, la NBA anunció que había violado la política antidrogas y fue suspendido por ocho meses. Él admitió que la sustancia había sido marihuana.

Su vida fuera de la cancha, que ya empezaba a ser un problema, no se notó en el juevo, ya que Odom se destacó en sus cuatro años en los Clippers y Miami le dio un contrato de 65 millones de dólares cuando pasó a ser agente libre.

En el Heat volvió a brillar, pero a Pat Riley se le presentó el chance de sumar a Shaq O’Neal y Odom tuvo que entrar en el paquete que terminó en los Lakers por el grandote. No hay mal que por bien no venga, dice el refrán. Y Odom, en su vuelta a LA, encontró su casa en los Lakers, un equipo que lo cobijó y lo necesitó. Allí se convirtió en un ladero de Kobe.

Su versatilidad, polifuncionalidad e inteligencia le valieron reconocimiento y le permitieron lograr dos anillos (2009 y 2010), siendo un obrero de lujo que generalmente salía desde el banco (en 2011, por caso, se llevó el premio al Mejor Sexto Hombre), aunque cerraba los partidos.

En el medio de su periplo en LA y del show que genera las cercanías de Hollywood no sorprendió que se codeara con famosos y conociera a Khloé Kardashian, con quien se casaría en 2009, luego de un par de meses de noviazgo.

Ahí comenzaría otro capítulo en su vida, en el centro de la escena mediática, algo que le costó siempre manejar, en especial porque lo dejaban expuesto a no poder “tapar” su otra vida.

La relación empezó a resquebrajarse cuando ella descubrió las infidelidades de su esposo, que la famosa contó en TV y hasta el propio Odom admitió en un video con amigos que se filtró a la prensa. El permanente acoso de los paparazzi a su vida privada terminó una noche, en plena calle y con varias personas como espectadores, cuando el jugador destrozó un equipo de los reporteros.

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