¿Las parejas que conviven muchos años se parecen físicamente con el tiempo? Los científicos dan una respuesta
Dos especialistas reclutaron a más de 150 personas y emplearon un algoritmo de reconocimiento facial para analizar este caso.
La similitud física entre cónyuges que llevan juntos más de 25 años ha quedado descartada en un estudio elaborado por dos científicos de la Universidad de Stanford (California, EE.UU.) y publicado por la revista Scientific Report.
El objetivo de estos especialistas era confirmar y ampliar la investigación al respecto que realizó el ya fallecido Robert Zajonc, un psicólogo social estadounidense de origen polaco, y estudian en su primer año de carrera quienes cursan Psicología.
En 1987, este experto anunció la existencia de «la convergencia en la apariencia física de los cónyuges», que se explicaba por «la sincronización de los amantes durante toda la vida, que termina con la imitación inconsciente y, con el tiempo, cambia la apariencia de sus rostros».
Mientras el grupo de Zajonc examinó fotos de 12 parejas cuando se casaron y al cabo de un cuarto de siglo, Pin Pin Tea-makorn y Michal Kosinski recopilaron imágenes de 517 parejas casadas de fuentes públicas en línea y compararon sus rostros tras esposarse con imágenes tomadas de 20 a 69 años después.
Los dos científicos reclutaron en línea a 153 personas para que examinaran las fotos y emplearon el algoritmo de reconocimiento facial VGGFace2, que habría demostrado una capacidad superior a la humana para juzgar las similitudes faciales, pero todos concluyeron que los rostros no se asemejan con el tiempo.
En cualquier caso, los autores manifiestan que encontraron «evidencia de homogamia, o tendencia de los cónyuges a tener caras similares», ya que las personas elegirían a sus parejas para que se parecen a ellas a largo plazo en comparación con otras caras escogidas al azar, un resultado «de acuerdo con los estudios anteriores».
«Esto alinea la apariencia facial con otros rasgos, como intereses, personalidad, inteligencia, actitudes, valores y bienestar, que muestran una similitud inicial pero no convergen con el tiempo», concluyeron Pin Pin Tea-makorn y Michal Kosinski.
De todos modos, como tanto Robert Zajonc como ellos solo estudiaron a cónyuges blancos heterosexuales, así que recuerdan que sus resultados podrían no ser significativos en otras parejas.
Fuente: RT
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